La despedida es el umbral del cielo y la esencia del infierno

dissabte, 9 de maig del 2020

Reflejos sobre el mar

Reflejos sobre el mar

Llora el cielo con lágrimas de dolor,
salpicando a mis pupilas en los charcos de mi paladar;
rasgado y consumido solo para poderte olvidar.

Y maté a mi salud en cada esquina,
esperando una respuesta mientras ésta
se escondía en callejones muy lejanos a mí.

Y ahora noto como la arena va ensuciando mis zapatos,
como aquella pieza de barro que destruye la paciencia.
No son más que agua mezclada con tierra seca,
no es más que una sensación con olor a tierra mojada.

Se esfuma la niebla con espesa claridad,
bañando de humo mi boca cada vez que no estás,
algo parecido al que jode los pulmones que dabas de respirar.

Y bañé a mi nudo cuerpo en cada despertar,
entre besos y caricias mientras variábamos
gestos de sentimiento con lujuria derramada.

Y ahora noto como el tiempo se me va de las manos,
como un reloj de arena escurriéndose entre mis dedos.
No son más que celos, no son más que caricias,
no son más que heridas que nunca cicatrizan.

Échales sal y verás ese eterno dolor, reflejado en la luna y el sol,
simetría perfecta con el mar.
Sentirás, en la herida el compás, mezclado con tu olor,
combinación errónea para olvidar.

Y he recorrido suspiros y largos caminar,
mucho tiempo, quizás lo suficiente ya,
no demasiado, pero esto bastará
si no que te jodan pues para mí todo acabó.

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