Pensamientos negativos
¿Alguna vez os habéis parado a pensar la mentalidad negativa que
tenemos las personas, la humanidad, al recibir una noticia?
Normalmente éstas son ajenas a todo lo que nos rodea aunque a veces
no y eso provoca las dudas en nuestras mentes.
Es irónico, porqué nunca estamos dispuestos a sufrir, pero parece
que buscamos el sufrimiento para sobrevivir, para hacernos a la idea
antes de que las cosas salgan mal, para prevenir. Los dichos ya lo
advierten, más vale prevenir, antes que curar, pero exactamente...
¿curar qué?
En nuestras remotas mentes existe un mecanismo de defensa que se
activa cada vez que recibimos una desgracia, nos afecte o no y es
aferrarse a lo que quieres y le tienes aprecio cuando cabe la
posibilidad de que te afecte en primera persona. Esta autodefensa que
se programa en el instante en el que el emisor hace su tarea, se
activa por el mero echo de que antes ya has vivido esa situación y
no deseas que se repita. Intentas evitar el sufrimiento, el dolor,
las falsas esperanzas que un día tuviste y que tanto te hicieron
revolcarte por el suelo, revolcándote ya sea con los pequeños
cristales que poco a poco desangran la felicidad o con los fracasos
enterrados por todas esas rocas que sucumbieron justo antes de
alcanzar la cima.
Unos ejemplos muy clásicos de estos pensamientos negativos,
es cuando se produce un accidente en una carretera donde un ser
querido suele pasar, éste/a todavía no ha regresado y, aunque solo
hay una pequeña posibilidad de que haya sido protagonista del
desastre, hasta que no lo/la ves entrar por la puerta de casa que no
suspiras y llega la calma.
Otro ejemplo es el de los celos de la pareja. Gente que ha sufrido
engaños con su pareja, son más propensos a esperar un engaño de
una nueva pareja. Aunque esta persona le muestre una total confianza,
imágenes, reencuentros, viejas amistades siempre suponen el riesgo
de tropezar con la misma piedra.
Y a eso quería llegar yo. Dicen que los únicos animales que
tropiezan dos veces con la misma piedra son los seres humanos, aunque
yo en casa he engañado de una misma manera una y otra vez a mis dos
gatas. Eso no quiere decir que no pueda confiar con las personas,
darle un punto de confianza y hacer borrón y cuenta nueva de mis
sangrías de felicidad y mis fracasos en la vida, porqué aunque
siempre tengan tendencia a aparecer los pensamientos negativos en
estas circunstancias, no podemos olvidar que si tenemos miedo a
recaer, es porqué hemos caído y así, hemos aprendido para siempre
a como levantarnos.
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