Esas cosas insignificantes llamadas esencias. Primera parte
No sé, la verdad, si muchos/as esperabais la publicación el
domingo, o incluso el lunes. En cualquier caso se me ha pasado por
alto y tampoco tenía muchas ideas. Pero bueno, finalmente estoy aquí
para ver que se me ocurre escribir a continuación.
Podría escribir, la verdad, sobre cualquier evento diario como que
el mundo de las altas esferas está lleno de vividores que tienen
todas las preferencias, beneficios y ventajas con respecto a las
bajas esferas. Podría escribir sobre posibles ideas físicas que se
me están ocurriendo aún sin haber estudiado algunos campos, lo cual
lo más seguro implicaría teorías estudiadas, aunque sobretodo
erróneas. Incluso podría escribir sobre dos amigos míos que ayer
salieron en las noticias del tiempo y acompañar la narración de su
aventura con la imagen que lo resume, una playa con arena de nieve y
como dice uno de los presentes en la instantánea: En todo caso,
lo más difícil, es el camino de la toalla al agua.
Pero bueno, al fin y al cabo me he decidido por explicaros un poco mi
situación personal en esta vida. La verdad, muchas ganas de hacer
cosas no tengo, lo que me ayuda a tirar del carro son aquellos
pequeños detalles que casi nunca le das importancia, pero siempre
han estado allí. Es como aquellas personas o mascotas que sabes que
están ahí, pero solo cuando las necesitas te das cuenta de lo
importante que son. Así que mira, como he dicho al principio, no
tengo muy claro de que hablar, así que vuelvo a cambiar de tema,
hablaré sobre lo que nos importa o no.
Aunque sea un relato corto, intentaré plasmar imágenes o
situaciones sin describirlas. Normalmente no damos valor a cosas
insignificantes en nuestras propias vidas, en nuestras rutinas. No
hace falta que sean materiales ni tampoco que no lo sean, puede ser
una combinación entre ambas. Aún así la gente se empeña en
decirte lo mucho que tienes que valorar las cosas, los echos y todo
un sin fin de sandeces que se les pasa por la cabeza. Cada persona
debe saber donde se encuentran las esencias de su propia vida, las
pequeñas cosas, sensaciones, sentimientos y seres vivos que hacen
que su vida pueda dar un paso hacia delante cada día. Pero eso es lo
que nos hace ser humanos, no valorar estas esencias hasta que, en la
vida, es lo único que te queda.
Entonces viene la pregunta maestra y que con esta intentaré acabar
este sin sentido de publicación y que intentaré responder y dar un
poco de sentido el próximo día: ¿Somos capaces, los seres
humanos, de que, una vez conseguida esa esencia y llegar a valorar lo
que realmente da sentido a nuestro día a día; vivir solamente con
ésta? ¿O simplemente la valoramos y volvemos a dejarla de banda
porqué sabemos que pase lo que pase, siempre estará cuando en
nuestras mentes no hayan más esperanzas?
Como dirían en las mejores series, lo veremos en el próximo
episodio... To be continued...
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