V
Las calles son dunas desérticas de un infierno gris,
donde la gente pasea cabizbaja sumergida por sus propios pensamientos.
Sé que muchas veces he hablado
de este oasis pesimista que se viste de tristeza;
pero me consume la jerarquía cosmopolita que se ha creado
con los pasos solitarios de cada individuo.
Todo son prisas y cafés de medio minuto sin disfrutar,
cigarros a medio fumar y acciones insignificantes
que solo se valoran personalmente como algo positivo
sin aportarnos, finalmente, nada.
No damos importancia a un segundo para nosotros y tener libertad;
simplemente caminamos por senderos esquivos de la sociedad.
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