La despedida es el umbral del cielo y la esencia del infierno

dimarts, 28 de maig del 2013

El miedo

  El miedo

Todos tenemos pequeños fantasmas que con los ojos cerrados los vemos. A veces les llamamos sombras, a veces recuerdos, a veces monstruos... pero siempre los cualificamos como miedo. Sabemos como reaccionar ante el miedo, pero no sabemos combatirlo, por eso es muy complicado cuantificarlo.

Cuando tenemos miedo sudamos, nuestros músculos se tensan para conseguir más fuerza y más rapidez que, juntados con la sudor que nos refrigera el cuerpo, estamos más preparados para resistir y reaccionar a la amenaza. Se nos dilatan las pupilas y vemos en la oscuridad con mayor facilidad que sin estar tensos. Así pues, cuando nos encontramos con nuestros miedos de cara ¿que hacemos si el cuerpo está preparado para huir?

La respuesta no la sé con certeza, pues de esta manera no tendríamos ningún miedo a sabiendas como actuar delante de ciertos fantasmas. No creo en la posibilidad de un mundo sin miedos, de combates contra nuestro subconsciente para ahuyentar a los monstruos, sino, ¿qué sentido tendría la vida si no tenemos o tememos a nada? No tendría ninguno.

Es tan fácil como saber focalizar tu miedo a cosas importantes y saber tener miedo a lo que temes a perder. Saber diferenciar entre posesiones materiales y sentimentales, saber distinguir que las sentimentales no siempre son posesiones ergo no las puedes perder, pero aún así temes quedarte sin la presencia de estas y ahí vendría todo el texto que hice hace unos meses en este blog, que os dejaré los links un pelín más abajo de Esas cosas insignificantes llamadas esencias. En cuanto a los bienes materiales, ¿porqué no combatirlos con fuerza y alma? Si no fuésemos tan rudos ya haría años que habríamos luchado por nuestra libertad, sé que no es un bien material, pero sin embargo dejamos que gente trafique con ésta sin poner impedimento. Somos así de inútiles que siempre esperamos a que no tengamos nada para poder ser libres, somos simples, los humanos somos simples, también lo comentaba en La simplicidad de la mente humana y somos tan simples que no sabemos pensar por nosotros mismos, que necesitamos pastores en nuestras vidas para guiar al rebaño. ¿Tanto miedo tenemos de perdernos en el camino? Si la gracia de todo es perderse, encontrar nuevos horizontes y crear un pensamiento moral y ético propio para seguir caminando... pero no, disculpad, nunca nos atrevemos a pensar. Así de simple.

Al cabo del tiempo, cuando lo hayamos perdido todo, cuando no tengamos ni la libertad, vamos a luchar para recuperar lo perdido cuando ahora simplemente haría falta luchar para que no nos quiten más, pero el miedo nos lo impide.

Cuando lo perdemos todo, incluso la libertad, solo nos queda la soledad. Creo haber encontrado una definición correcta del miedo, simple y precisa: El miedo son los fantasmas que nos quedan en la soledad, lo más esencial, lo más absurdo, pero lo que nos hace que nos levantemos y activemos nuestros cerebros.




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