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dijous, 9 de maig del 2013

La simplicidad de la mente humana

La simplicidad de la mente humana

"Tenemos tendencia a buscar explicaciones para las cosas más infinitas cuando con las más ínfimas, con faenas tenemos información y dejamos de banda que la relación entre estas es existente y recíproca.

Cuanto más intentamos encontrar las piezas que nos urgen para encajar a todas éstas en el puzzle, más difícil es. Es como desmontar un mueble y volverlo a montar, siempre faltan o sobran piezas. Esto es un problema que viene determinado por una razón muy simple: Acumulación de información insignificante en nuestro cerebro. Un claro ejemplo es la imaginación de un niño con cualquier objeto, los adultos, al tener más conocimiento (o al menos eso creemos) perdemos la noción y la belleza de transformar las cosas dentro de nuestras mentes y, por consecuente, se pierde originalidad, sentido, invención, trabajo mental y muchas otras cosas.

Es increíble la de información y conocimientos inútiles que nos suelen mostrar a lo largo de nuestra vida y nuestra educación. Supongo que la gente vive cómoda tal y como está, sin preocuparse de las razones más existenciales y esenciales de la vida, por eso mismo a veces me pregunto si tardará mucho más tiempo en surgir una nueva cadena evolutiva en esta especie que nos creemos los amos del universo. Nos inflan de sandeces y de lo que les interesa, a los que tienen el control de manipular, que nuestras mentes prioricen. Muchos, incluido yo en algunas ocasiones, cada vez menos frecuentes; pensamos que hacer las cosas tal y como están estipuladas tienen más sentido y nos hará más fácil la vida. El otro día hablando, hablando, recuerdo hablar con unos clientes y comentar lo de los niños. Antes, a la edad de la infancia, una escoba podía ser una herramienta para volar, para subir a caballo e incluso para tocar la guitarra; con el paso de los años lo vemos como una herramienta más para la limpieza.

Todas estas cosas que cogemos como patrones y que lo hacemos incluso sin pensar, es lo que denominamos la simplicidad de la mente humana. Los seres humanos a la que cogen una metodología de cualquier cosa, la estipulan de tal manera que siempre tiene que seguir los mismos patrones; de esta manera cuando algo no encaja con lo que tenemos ya, de una manera simple y breve, automatizado en nuestro cerebro solemos tropezarnos en nuestro camino. Un claro ejemplo que me viene en mente (Ya que lo frecuento) es el subir unas escaleras. Si construyes unas escaleras con una misma medida tu cerebro capta el patrón para dar la señal a tus músculos y a tus piernas de la fuerza que tienen que hacer, de el impulso, el ímpetu y todas esas cosas que parecen despreciables y que nos hacen subir unas escaleras. Ahora, si las escaleras tienen un margen suficiente (creo que con dos o tres escalones sería válido) para que el cerebro capte la información y la transmita, solo con que el último, o un escalón aleatorio de la subida situado en el medio del camino; puede hacerte tropezar sin que te des cuenta si este tiene tan solo unos pocos milímetros de más.

Sabemos que la mente humana es una caja de sorpresas y que no son solo unos pocos milímetros lo que tenemos para darnos cuenta de lo que podemos almacenar. Si os dijera datos sobre la capacidad os engañaría, pero me parece que no llegamos a utilizar ni una tercera parte de nuestro cerebro para almacenar información. Cada uno se plantea si quiere tropezarse con algo que este fuera de lo estipulado o, si por el contrario, prefiere saltarlo, esquivarlo y prestar atención a las cosas que realmente, te enseñaran a caminar, a vivir y a crecer"

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