La despedida es el umbral del cielo y la esencia del infierno

dissabte, 9 de febrer del 2013

Amante del silencio

Avui un altre poema del primer llibre, la veritat és que aquests dies he anat una mica atabalat de feina i compromissos i no he pogut dedicar-me gaire a les entrades. La setmana vinent tinc en ment dos publicacions que a veure si estic a temps de escriure-les! Salut i bon findcarnaval!


Amante del silencio

Capas de humo nublan mi habitación,
colillas y papeles esparcidos por la almohada,
botellas vacías rotas en un rincón,
y mi peso tumbado en la cama.

Mi vista se ciega si no estás alrededor,
mi mente no carbura, se muere mi interior,
martini y vodka no fue una equivocación,
fueron componentes principales de la fórmula antidolor.

Mirando el reflejo de mi alma yo descubrí,
porqué entre muchas respuestas la tuya escondí,
si ni siquiera siento miedo a la hora de morir,
si ni siquiera siento pánico a la hora de sufrir.

Con los cristales del suelo un día me corté,
ni siquiera sentí aquello por lo que un día lloré,
el rojo teñía las noches de mi vida,
des de que la luna acoge mis lamentos.

Las hojas secas de otoño cubrían mis entrañas,
el aire del invierno me ataba como una tela de araña,
El olor a húmedo de lodo se notaba,
en lo que no era más que olor a tierra mojada.

Mi pulso se niega a seguir si no estás aquí,
mis piernas no caminan si no estás junto a mí,
la cerveza y el vino no fue una equivocación,
pero las pastillas eran el único antídoto y solución.

Escuchando el eco de mi alma comprendí,
que el susurro de tus besos ya no están aquí,
si ni siquiera el tiempo entiende lo que sucedió,
si ni siquiera el tiempo sabe lo que cada segundo me mató el corazón.

Con los cristales del suelo un día me corté,
ni siquiera sentí aquello por lo que un día lloré,
el rojo teñía las noches de mi vida,
desde que la luna acoge mis lamentos.

Y me llamaba amante del silencio...

Con los cristales del suelo un día me corté,
ni siquiera sentí aquello por lo que un día lloré,
el rojo teñía las noches de mi vida,
des de que la luna acoge mis lamentos.

Y me llamaba amante del silencio...
y me llamaba preso de mis pensamientos, de tus sentimientos.


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