La despedida es el umbral del cielo y la esencia del infierno

dimecres, 8 de setembre del 2021

De mecha corta

 

De mecha corta


Antes de claudicar era accesible,

palpaba cada instante analizando las variables.

Resolver problemas nunca fue un inconveniente,

pero por diversos motivos me volví impaciente.


Me acurrucaba en mis pensamientos,

mantenía conversaciones interesantes en silencio.

Sacrificaba tiempo con el beneficio de la duda

y respondía cuando el cielo comenzaba a oscurecer.


Sin embargo, ahora se me eriza el pelaje.

Empatizar, comprender, siempre es una opción,

pero a menudo paso por alto las consecuencias,

analizando sin nada que perder.


Los engranajes empiezan a estar oxidados,

chirrían a cada instante sin resistirse el segundero.

Los mecanismos funcionan de forma entrópica

y mi mente, al momento, empieza a detonar.


Estar receptivo ya no se encuentra en la baraja.

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