4 a.m.
Me encanta el olor a café,
el silencio ensordecedor de las calles
se ve abrigado por el frío amenazante
que asoma en el horizonte invierno.
Me molesta las sábanas destapadas,
el espacio atronador de mi cama
se ve desvestido cuando sin dudarlo
me despierto en horas intempestivas.
Me inquieta el tiempo de espera,
puntualidad inglesa de mis neuronas
sacudiendo la necesidad de llenar
los huecos de hollín de mis pulmones.
Me incomoda la gente,
no tengo ganas de encontrarme
ni escuchar a nadie hasta que por fin,
pueda volver a cerrar los ojos y descansar.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada